Convento del Carmen (Guadalajara)

[2]​ En 1631, de acuerdo con el testamento fundador, los carmelitas descalzos llegaron a Guadalajara y piden permiso al Consejo para que autorice la construcción del nuevo convento.Los carmelitas comenzaron la compra de todas las casas incluidas en la zona marcada, quedándose los censos perpetuos que sobre ellas tenían la ciudad.Se les da el permiso y, con ello, el convento queda incluido dentro de la ciudad.Desde un principio fueron numerosos los ocupantes del mismo, hasta más de ochenta frailes en los años 1660.Se mantuvo muy poblado durante el siglo XVIII,[4]​ pero comenzó su decadencia a finales de este siglo, prolongada hasta el momento de su exclaustración en que solamente quedaban nueve frailes sacerdotes, tres subdiáconos, un diácono, doce coristas y siete legos.Para el vino, dependía de en sus cosechas exteriores, pero no podía introducir su producto en la ciudad sin licencia del Concejo, para lo cual tenía que pedir permiso un año tras otro.Si sobraba agua, la dejarían para la ciudad construyendo y alimentando una fuente pública en la puerta Mercado.La nueva conducción de agua llegaba desde el Sotillo hasta el arca de San Roque y desde allí partía a la actual calle del Amparo para entrar por la puerta del Mercado y llegar al Carmen.
Interior de la iglesia