Junto a la Iglesia que forma parte del convento.
Es una orden que se creó en Francia y fue aprobada en España bajo la monarquía de Felipe III.
[3] El lugar donde hoy se ubica el convento pertenecía a Cipriano Portocarrero (VIII conde de Montijo).
En la planta baja de la Iglesia se halla el antiguo cementerio en donde se encuentra un patrimonio de gran calidad artística formado por retablos, imágenes y pinturas.
La fachada lateral al pie de la calle Conde de Ibarra tiene algunos ornamentos exteriores que fueron realizados por José Gil y Antonio Gómez Cabrera pero se terminaría la obra veinte años más tarde de la mano del conocido arquitecto Juan Talavera y Heredia.