Contó con importantes y hermosos retablos barrocos chapados en oro que adornan.
[1] En él se conservan importantes piezas artísticas, entre ellas un facistol barroco y la sillería del coro alto obra del arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras del siglo XVIII y obras escultóricas de Mariano Montenegro y Mariano Arce.
La actual plaza de Querétaro fue la amplia huerta del Convento.
Hasta mediados del siglo XIX integraba, aparte del templo y el convento, un conjunto religioso que incluía 5 capillas y patios, un cementerio, un huerto y un gran atrio, que ocupaban en total un área cercana a las 3 hectáreas.
Templos, conventos, edificios y plazas de la ciudad; Editorial Nevado; Querétaro; pp.