Control (película)

Trata acerca de la vida del cantante post-punk Ian Curtis, su banda Joy Division y su suicidio.

[3]​[4]​ Gracias a la dirección de Anton Corbijn,[5]​ asisitimos a una reencarnación del arte y la música de los años setenta, con una interesante fotografía y una ambientación propia, acercándonosla con una imagen en blanco y negro.

Además, es preciso añadir que esta historia audiovisual no solo supone la narración de la trayectoria del grupo musical Joy Division y de la decadencia de su cantante Ian Curtis, sino también muestra las consecuencias del amor, la infidelidad y el arrepentimiento, así como la búsqueda de la salvación y la armonía a través del arte.

El director Anton Corbijn comenzó su trayectoria profesional como fotógrafo en 1972, iniciándose con artistas como Nirvana, Tom Waits o los propios Joy Division, lo que le hacía idóneo para desarrollar un proyecto artístico como Control, ya que era conocedor de la nueva vanguardia y atmósfera musical y artística en general.

En un principio, se pensó la idea de añadir la música original, pero posteriormente se inclinaron por hacer tocar a los propios actores, provocando que sus interpretaciones fueran más realistas.