Contraste radiológico

Dichas sustancias mejoran la visualización ya que producen un incremento en la diferencia de densidad entre los diversos tejidos.Otros ejemplos de contrastes negativos son: aire (generalmente se administra por vía rectal para la visualización del colon) y polvo efervescente o bicarbonato sódico (empleado por vía oral para la visualización de las estructuras comprendidas entre el esófago y duodeno).El dióxido de carbono es bien tolerado por los pacientes ya que no se absorbe, y sus indicaciones más frecuentes son en pacientes con insuficiencia renal y/o con antecedentes de alergia al contraste yodado.También se ha relacionado el gadolinio con nefrotoxicidad, provocando fibrosis sistémica nefrogénica, a cual se trata de una enfermedad, poco frecuente, pero muy grave, que puede llegar a comprometer la vida del paciente; se caracteriza fundamentalmente, por un aumento en la formación de tejido conectivo en la piel, articulaciones, músculos y órganos internos.si bien, es cierto, que no se han identificado síntomas ni trastornos relacionados con dichos depósitos.Aunque a priori parezca una paradoja dado que el bario es un metal pesado, cuyos compuestos solubles presentan una elevada toxicidad, estos compuestos prácticamente carecen de toxicidad por su baja solubilidad y consecuentemente la imposibilidad de absorción.Así se les puede dividir en monoméricos (tienen un solo núcleo benzoico) y diméricos (dos núcleos benzoicos); dando lugar así a cuatro grupos de contrastes yodados: La principal diferencia entre los iónicos y los no iónicos es la sustitución del radical carboxilo (-COOH) de los iónicos, por un radical hidroxilo (-OH), lo que hace que no se disocien y por ello presenten menor osmolaridad.Son responsables del signo tóxico: nefropatía inducida por contraste, que es la reacción adversa más importante provocada por los contrastes yodados.La cascada oxidativa termina en hipóxia en los túbulos renales y pérdida de nefronas.
Angiografía femoral con CO2 como contraste.