Este descubrimiento catapultó a la adenosina al centro de la investigación bioquímica, revelando su papel crucial en la vida misma.
Además, se encontró que desempeñaba un papel importante en la regulación del flujo sanguíneo y la función cardíaca.
En la década de 1970, se sintetiza la adenosina intravenosa para tratar la taquicardia supraventricular, una condición caracterizada por latidos cardíacos rápidos y anormales.
La adenosina actúa como agonista en los receptores de adenosina A1 y A2 de la superficie celular, debido a la baja duración del efecto (10 a 30 segundos) solamente actúa en el sistema cardiovascular alterando la actividad eléctrica del corazón y promoviendo la vasodilatación.
Cuando la adenosina se une al receptor A1 en el corazón, produce efectos electrofisiológicos que ralentizan la conducción auriculoventricular.
[5] Por otro lado, la adenosina también actúa sobre el receptor A2 de la membrana celular, lo que lleva a un aumento del vasodilatador AMPc.
La respuesta hemodinámica típica es un nivel de aumento en la frecuencia cardíaca debido a la vasodilatación periférica inducida, junto con una ligera disminución.
Esto ayuda a interrumpir los circuitos de reentrada, que son los responsables del ritmo cardíaco acelerado en la TPSV (Taquicardia paroxística supraventricular).
[6] Pruebas de esfuerzo cardíaco La adenosina se encarga de dilatar las arterias coronarias y aumentar el flujo sanguíneo al músculo cardíaco para permitir evaluar si hay áreas del corazón que no reciben suficiente flujo sanguíneo y poder realizar un diagnóstico oportuno.
[8] Ver Reacción adversa a medicamento Dosis inicial: 6 mg administrados bajo la forma de un bolo intravenoso (inyección en 2 s).
La dosis recomendada se reduce a la mitad en pacientes con insuficiencia cardíaca, infarto agudo de miocardio, shock, hipoxia, insuficiencia renal o hepática y en pacientes ancianos[9] La adenosina está contraindicada en las siguientes situaciones: La adenosina debe usarse con precaución en las siguientes situaciones: