El primer contralor general de la República fue Eugenio Andrade y su primera sede se ubicó en la carrera 9 con calle 12, en la zona norte del barrio histórico de La Candelaria.
[5][6][7][8] Posteriormente y de manera selectiva en orden con los procedimientos, sistemas y principios establecidos por la ley, esta vigilancia podrá hacerse inclusive sobre empresas privadas escogidas en concurso público de méritos, que hayan sido contratadas previo concepto del Consejo de Estado.
Debe velar por el buen manejo del patrimonio y las finanzas públicas, advirtiendo sobre los riesgos que se puedan presentar, registrando la deuda y llegando a sanciones fiscales con el fin de recuperar recursos del erario.
[10][11] Por su parte, el artículo 268 de la Carta describe las funciones del contralor.
[18] Mientras que la Contraloría General de la República recibe su presupuesto del gobierno nacional las contralorías departamentales y municipales reciben su financiación de los departamentos y municipios.