En jazz, un contrafact es una composición musical que consta de una melodía nueva superpuesta a una estructura armónica familiar o preexistente.
Esto es, ya que aunque las melodías pueden ser sujetas a derechos de autor, la estructura armónica subyacente no lo puede ser.
Los contrafacts no deben ser confundidos con las menciones musicales, los cuales toman prestado figuras melódicas o ritmos de una composición existente.
El término proviene de la música clásica y sólo desde los 1940s ha sido aplicado al jazz, donde todavía no es estándar.
En música clásica, los contrafacts han sido utilizados por siglos, desde la misa de parodia y En Nomine del siglo XVI.