Está compuesta por 311 artículos y ha sido modificada en 7 ocasiones desde su entrada en vigor.
La Constitución instaura un régimen semipresidencial parecido al de la Quinta República Francesa.
Portugal reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación e independencia y al desarrollo, así como el derecho a la insurrección contra todas las formas de opresión.
La constitución empieza con un «preámbulo» y la enunciación de los «principios fundamentales» y está compuesta por cuatro partes, divididas en títulos, que a su vez se dividen en capítulos.
La Revolución restauró a los Portugueses los derechos y las libertades fundamentales.
En el ejercicio de estos derechos y libertades, los legítimos representantes del pueblo se reúnen para elaborar una Constitución que corresponde a las aspiraciones del país.