Constitución del Año VIII

[4]​ Le sucedió la Constitución del Año X, que declaró a Napoleón primer cónsul de forma vitalicia.

Aunque fue aprobada en un plebiscito por el pueblo francés, la Constitución del Año VIII abolió de facto la soberanía nacional y el sufragio universal que solo en teoría había restablecido.

Este último fue sustituido por «listas de confianza», ideadas por Sieyès, que sumaban entre 600 000 y 800 000 ciudadanos en todo el país, «los más honrados para gestionar los asuntos públicos», de los que solo entre 6000 y 8000 eran «elegibles para las funciones públicas nacionales».

Entonces el primer cónsul decidía si promulgaba la ley o la enviaba al Senado conservador para que determinara su constitucionalidad.

El Senado conservador nombraba a su vez a los miembros del Tribunado y del Cuerpo Legislativo entre los inscritos en la «lista de confianza» nacional y además tenía la potestad de modificar la Constitución mediante un senadoconsulto.

Constitución del Año VIII