Constitución de Uruguay de 1934

Sustituyó a la anterior carta magna vigente desde 1918, inaugurando la llamada "Tercera República" por la propaganda y defensores del régimen terrista, que tomaron el concepto inspirados en los constituyentes de 1918,que apodaron a la nueva institucionalidad como "Segunda República".

La protección de bienes jurídicos pioneros referentes al empleo, la vivienda, la educación, la cultura, la seguridad social, la familia, la niñez, los indigentes, etc.[2]​ La Constitución de 1934 en Uruguay introduce un cambio radical en la parte filosófica, aquella relativa a los derechos y deberes.

Por un lado, incluyó normas donde el Estado asumió un rol activo debiendo brindar apoyo económico o social.

Como legislador, Gabriel Terra fue un pionero en combatir la usura y sus esfuerzos provocaron la primera ley referente a combatir los intereses en 1915, idea que profundizó en su gobierno y dejó para la posteridad en la Constitución en un artículo exclusivo de Uruguay que se mantiene hasta la actualidad.

El Estado en el rol activo debe asumir una acción dirigida a la promoción de la educación y la cultura.

Este formato buscaba favorecer un funcionamiento colegiado del gobierno pese a mantener la presidencia unipersonal.

La nueva Constitución también modificó la composición del Parlamento eliminando la asimetría electoral que le había caracterizado.

El Senado estaría compuesto por 30 miembros electos en una circunscripción única nacional para un mandato de cuatro años.