Constanza de Castilla nació en 1259[3] y, casi con toda seguridad, entre los meses de febrero y octubre de ese año, como señaló el historiador y genealogista Jaime de Salazar y Acha.[4][5]En 1266, cuando Constanza tenía siete años, está documentada su presencia en el monasterio de las Huelgas de Burgos, donde vuelve a aparecer nuevamente en sendos documentos de 1268 y 1279.[8] Y en el mencionado monasterio se celebraba cada año el 23 de julio un aniversario en su memoria con 50 salmos, según consta en el Ordinario del monasterio de las Huelgas de Burgos, donde se consignó expresamente que: «Obijt nobilissima Constancia, famula dei, monacha Sancte Marie Regalis, filia illustrissimi Allefonsi regis Castelle et Legionis.[15] Pero durante la exploración de los sepulcros del monasterio llevada a cabo a mediados del siglo XX por el arqueólogo e historiador Manuel Gómez-Moreno, se comprobó que el cadáver de la infanta Constanza se hallaba momificado y que el ataúd donde estaba depositado estaba forrado de pana negra y adornado con unos «galoncillos lisos muy claveteados, que forman cruz lisada en la tapa», en palabras de Gómez Moreno.[12] La momia estaba envuelta en un lienzo grueso encerado y tenía restos de una corona de flores «contrahechas con armazón de alambre», y el hecho de que la corona y el ataúd fueran posteriores cronológicamente a los restos mortales de la difunta no debe llevar a suponer que la identificación de la momia sea errónea, en opinión de Gómez Moreno.