Constanza Manuel de Villena

[7]​ Aunque los novios eran primos, bisnietos del rey Pedro III de Aragón, no se tardó mucho en obtener la dispensa papal.

[7]​ El rey portugués se sentía agraviado por el hecho de que Alfonso XI aún retenía a Constanza en Toro, así como por el trato humillante del monarca castellano hacia su esposa, María de Portugal, mientras que Alfonso XI le reprochaba a Alfonso IV que no le prestase la ayuda prometida en la lucha contra los moros.

[8]​ Esto desembocó en una guerra entre los dos reinos que duró tres años y suscitó la preocupación de otros reinos cristianos y del papa Benedicto XII que desempeñó un papel crucial para poner fin a esta contienda.

[9]​ El rey Alfonso IV cumplió con el acuerdo que tenía con don Juan Manuel y le entregó a su nuera las arras que incluían las villas de Montemor-o-Novo y Alenquer así como la ciudad de Viseu como las habían tenido otras reinas de Portugal.

[15]​ Constanza inicialmente recibió sepultura en la iglesia de Santo Domingo en Santarém y después su hijo, el rey Fernando, mandó que su túmulo fuese trasladado al monasterio de San Francisco en la misma ciudad.

[16]​ A finales del siglo XIX su sepulcro pudo ser trasladado al Museo Arqueológico do Carmo en Lisboa.