Del inglés consilience, la unidad del conocimiento (literalmente un "saltar juntos" del conocimiento), tiene sus raíces en el concepto griego clásico de reglas intrínsecas que gobiernan nuestro cosmos, inherentemente comprensibles mediante el uso de la razón, una visión divergente a las posturas místicas de las culturas variadas que rodeaban a la Helénica.
De esta manera, lo complementario a consiliencia es el Reduccionismo aunque con los nuevos retos del Multiverso.
Las "inducciones" que surgen desde la aplicación del método científico son, por definición, los únicos indicadores aceptados de consiliencia.
Sobre tales medidas, la sinergia epifenoménica por consiliencia (integración) y reduccionismo (derivación) es convergente a la evidencia en la cognición humana.
Un camino paralelo lo representa el término universología, que literalmente significa "la ciencia del universo".