[1] Dirigen los aspectos más relevantes de la política real y se creen con el derecho de reprimir el protestantismo en nombre del rey y del respeto al orden establecido.
Unos días más tarde, el 12 de febrero, un abogado parisino, Pierre des Avenelle, avisa a los Guisa.
A partir del 17 de marzo empiezan las ejecuciones: la mayor parte de los conjurados son ahorcados en las propias balaustradas del castillo, otros son echados al Loira o masacrados por las turbas.
[3] El príncipe de Condé es puesto bajo arresto, pero se le libera algunas semanas más tarde.
[4] Tras esa terrible represión, los reyes de Francia no volverán a alojarse en Amboise.