Ese año cuando se unieron al grupo el contrabajista Cristóbal Dobal y el trovador cienfueguero Roberto Espí.
Contratados por la firma Max Factor Hollywood y la gerencia del cabaret 'Sans Soucí' permanecieron casi un año haciendo presentaciones en el DF mexicano.
Durante la estancia en México, Grau decidió retirarse y Roberto Espí fue elegido por sus compañeros para asumir la dirección del grupo.
La trilogía: Faz, Ribot y Espí grabaría profusamente sus éxitos para los sellos RCA Victor y a partir de 1949 para el sello Panart, fundado en La Habana en 1944 por el ingeniero de sonido Ramón Sabat, primer esfuerzo discográfico serio en Cuba.
El Conjunto Casino sufrió una renovación que redundó en un estilo mucho más progresivo al incorporar personal nuevo a sus filas.
En diferentes etapas los avanzados arreglos del Niño Rivera, Juanito Márquez, Manolito Menéndez, Pepé Delgado, Paquito Echevarría, Rolando Baró, Frank Emilio, Peruchín, entre muchos otros, oxigenaron y mantuvieron el estilo Casino.
Estos cambios influenciaron notablemente una etapa renovadora de la música popular en Cuba, imbuida en nuevos ritmos y estilos interpretativos.
Otro importante apartado tímbrico fue el aportado por sus pianistas: desde el veterano Enrique Rodríguez (Diablo Rojo), René Urbino, Agustín Mercier, Pepé Delgado, Robertico Álvarez (Santa Amalia), Adolfo O´Reilly, Ñico Cevedo, Rolando Baró, Paquito Echevarría, Silvio Contreras, Koqui Llera, Rafael Pérez Cáter, entre otros.
Por esa época, los grandes clubes nocturnos también comenzaron a languidecer hasta extinguirse casi por completo en 1968.
Especialmente en una agrupación como el Conjunto Casino, con amplio prestigio y cuyos integrantes acostumbraban a viajar libremente por el mundo.
En una sencilla ceremonia a la que concurrieron familiares, músicos y pueblo simpatizante del Conjunto Casino, sus restos fueron depositados en el cementerio de Colón.
Así mismo, Felo Martínez, Orlando Reyes y Alberto Díaz, sus compañeros del "Casino", lo despidieron con su canción "Luna Cienfueguera".