Los participantes habituales en el grupo de trabajo de aquella época fueron, junto a Txillardegi, Telesforo Monzón y Juan Solaun (miembros activos del PNV), Eneko Irigarai (ETA), Jean-Louis Davant (de Enbata) y los abades Andiazabal y Roger Idiart.
Escritores, poetas y filólogos vascos establecen las primeras bases del lenguaje estándar que presentan los días 29 y 30 de agosto de 1964 en un congreso, también en Bayona.
Las conclusiones adoptadas por esta asamblea se presentaron a la Academia, que las adoptó, aunque por mayoría muy estrecha, después del Congreso de Aránzazu celebrado en el verano de 1968.
Aquí es donde interviene Koldo Mitxelena, sustituyendo abiertamente a Txillardegi -al estar este en el exilio-, quien formaliza los inicios del euskera estándar y establece la legitimidad del proceso.
En la siguiente década, la Academia refina las propuestas del Congreso y diez años después convoca uno nuevo en Bergara.