Confidente de la Casa Batlló

Un capítulo brillante e innovador en su producción lo constituye el mobiliario.En los conjuntos diseñados para la Casa Batlló, Gaudí se muestra como un precursor de los diseños ergonómicos y descubre la libertad de proyectar rompiendo con los repertorios académicos y anticipándose, de manera fortuita, al diseño industrial, como harán otros arquitectos coetáneos, como Victor Horta, Charles Rennie Mackintosh o Eero Saarinen.Las sillas de la Casa Batlló plantean un tipo de asiento, inédito hasta ese momento, que busca las formas redondeadas que se ajusten a la morfología humana.Ejecutadas en los talleres Casas y Bardés con madera de fresno, presentan formas anatómicas que parecen modelarse a partir de la huella que deja el cuerpo al sentarse.Gaudí, asimismo, prescinde de toda referencia de estilo para dejar la forma desnuda, enfatizando las vetas y las cualidades texturales de la madera y dejando de lado los tapizados y las ornamentaciones superfluas, a menudo a partir de estilizaciones florales, que practican los decoradores que le son coetáneos, como Gaspar Homar o Joan Busquets.