La condrodita, también llamada brocchita o prolectita, es un mineral de la clase de los nesosilicatos, del "grupo de la humita".
Fue descubierto en 1817 en el monte Somma, parte del complejo del Vesubio en Italia, y fue nombrada así del griego condros ("granos"), en alusión a su hábito de aparecer en granos aislados.
Otras impurezas no tan frecuentes pero que también puede presentar dándole distintas tonalidad de color son: titanio, aluminio y manganeso.
Es relativamente frecuente encontrarlo en las rocas metamórficas de contacto, formadas a partir de rocas carbonatos en las que el flúor ha sido introducido por metasomatismo.
Puede formarse por una hidratación del olivino.