Es transmitido en todo el mundo para una audiencia potencial estimada en 1000 millones de personas en 54 países.
Krauss se hizo cargo de la dirección del concierto cada año hasta su muerte, salvo dos años en los que cedió la batuta a Josef Krips.
Durante aquellos años se consolidó el que sería por mucho tiempo el repertorio habitual, a base de obras de los hermanos Strauss (Johann, Josef y en menor medida Eduard) y su padre Johann I.
Por aquel entonces se establecieron las obras que podríamos considerar "canónicas" del Concierto, si bien algunas que entonces eran habituales, como la polka "I Tipferl" o el vals "Neu Wien", con coro masculino, han quedado absolutamente olvidadas en los programas de las últimas décadas.
Es justo decir, en cualquier caso, que algunas de estas obras habituales fueron introducidas por él.
Así, en 1962 fue interpretada por vez primera una obra de Joseph Lanner, primer compositor ajeno a la familia Strauss que sonaba el 1 de enero en Viena, y en 1964 ocurría lo propio con Eduard Strauss, olvidado hasta entonces.
Un año después, los oyentes del Concierto podrían escuchar por primera vez una obra de Johann Strauss padre diferente a la "Marcha Radetzky", sería el vals "Loreley Rheinklänge".
Sería la "Schützen-Quadrille", compuesta al alimón por los 3 hermanos Strauss, y que solo volvería a incluirse una vez más.
Su segundo concierto será recordado por la inclusión de varios compositores ajenos totalmente al mundo del vals vienés: Schubert (que ya había sonado en 1978), Mozart y, quizá lo más sorprendente, Gioacchino Rossini con la obertura de La gazza ladra.
El vals "Bei uns z'Haus", habitualmente acompañado de coro masculino, y muy usual en tiempos de Boskovsky, se interpretó aquel año para curiosamente no volver a aparecer más.
De 1993 a 2000 estuvieron dominados por la "triple M": Lorin Maazel, Zubin Mehta y como novedad Riccardo Muti.
Por estas fechas se inició la retransmisión íntegra del concierto, ya que hasta 1992 solo se emitía la segunda parte (en España no se pudo disfrutar del concierto en su integridad hasta 2000); en relación con esto, el concierto adopta su formato actual: una primera parte más corta (6 obras habitualmente) y una segunda más larga (11-13 obras, además de las propinas de rigor), no faltando a la cita varias novedades anuales.
No se estrenó ningún nuevo compositor hasta 1997 (Joseph Hellmesberger), y el programa consta de obras más o menos habituales aderezadas con 4-6 primicias.
Dos nuevos directores debutarían en el podio los dos primeros años de la década: Nikolaus Harnoncourt y Seiji Ozawa.
En el 2017 llegó Gustavo Dudamel, al que muchos llamaron el huracán venezolano, pero quedó en una brisa latina al apenas interpretar valses, destacando la interpretación de Pique Dame, obertura de Suppé.
2019, Thielemann, muy serio y sin conexión con el público, 2020 Andris Nelsons con un concierto realmente vulgar donde hubo entradas a destiempo de algunos instrumentos (pregúntele a un experto qué tal director es Nelsons y le dirá que como director es un excelente trompetista), en el 2021 hubo un excepcional concierto de Muti pero sin público, el del 2022 Con un Baremboin literalmente infiltrado que ofreció una música anodina, 23 un Franz Welser Mostz (apodado por la crítica como "franky worst than most") que innovó todas las piezas del concierto, y en algo tan tradicional no suele ser bueno, y el 24 también con piezas interpretadas por primera vez que dificultaron que se pudiera conectar con la magia del Neujahrskonzer de toda la vida.
En 1991, por primera vez en la historia del "Neujahrskonzert", se interpretaron obras de Mozart: dos contradanzas KV 609 y la danza alemana KV 605 n.º 3 "Paseo en trineo" (Schlittenfahrt), como homenaje al compositor al conmemorarse ese año el bicentenario de su fallecimiento.
A partir de 1959 el concierto se transmitió en directo por televisión, primero por la emisora local ORF, y después por Eurovisión a toda Europa y gran parte del mundo.
Durante varios años el concierto ha sido retransmitido para Estados Unidos por PBS.
Comenzando en 2006, una serie de países africanos (Botsuana, Lesoto, Malaui, Mozambique, Namibia, Zambia y Zimbabue) e hispanoamericanos (Ecuador, Bolivia, Chile, México, Guatemala y Uruguay) lo retransmiten a sus telespectadores.
[4] En 2010 el concierto fue transmitido por primera vez en directo en alta definición y a través de Internet.
En 2025 el designado es nuevamente Riccardo Muti que tendrá 83 años, aunque muchas fuentes apuntan a que la eminente directora australiana Simone Young podría convertirse en la primera mujer en hacerlo dada su estrecha colaboración con la Filarmónica de Viena.