Está a una altitud de unos 1205 m sobre el nivel del mar.
El clima de la zona es mediterráneo continentalizado, con inviernos muy fríos con fuertes heladas y veranos templados.
El sabinar se encuentra en expansión debido a la poca presión del ganado lanar y al abandono de las fincas pequeñas y poco rentable.
[2] También cerca, hacia el noreste y el este se extiende el LIC y ZEPA de las lagunas y parameras del Señorío de Molina[3] Hacia mediados del siglo XIX, la localidad, por entonces con ayuntamiento propio, contaba con una población de 165 habitantes.
[7] Las fiestas patronales se celebran en honor a San Juan Bautista, el 24 de junio, y San Roque, el 16 de agosto.