En los años finales del régimen franquista, surgió una nueva generación de autores asturianos que intentaba superar el uso tradicional de la lengua asturiana en composiciones ruralizantes y locales (muchas veces se componían para las fiestas de las localidades en el dialecto local).
Esta nueva generación pretendía dotar al asturiano de una literatura moderna, próxima a las corrientes literarias imperantes en España y Europa, al tiempo que pretendían demostrar la idoneidad de la lengua para cualquier uso social o literario.
[1]: 112 En ella se pusieron los pilares del que sería el surdimientu y una parte de los participantes en ella decidieron constituir un colectivo centrado en la recuperación de la lengua y que, a diferencia de los Amigos del Bable, hiciera uso escrito y hablado del asturiano.
[2] El lema de la convocatoria, bable nes escueles, se hizo uno muy conocido en aquella época.
Tras su legalización Conceyu Bable celebró un congreso, en el que se eligió a Xosé Lluis García Arias presidente.