Austria-Hungría mantuvo guardias allí, a diferencia del resto de concesiones extranjeras en Tianjin.
[2] Al contrario de lo que hicieron las demás potencias europeas, Austria-Hungría concedió la ciudadanía a todas las poblaciones locales.
La administración estaba confiada a un consejo formado por los nobles locales, el cónsul imperial y el comandante de la guarnición militar que incluía a 40 marineros de la marina austrohúngara y 80 policías chinos llamados Shimbo.
En la concesión se construyeron un teatro, balneario, escuela, casa de empeño, cuartel, prisión, hospital y cementerio.
Además, cuatrocientos marineros austríacos desembarcaron en Tianjin y se abrieron paso hasta el asedio de Qingdao para ayudar a las fuerzas alemanas.
El delegado holandés convenció al cónsul para que aceptara el ultimátum y la Concesión austrohúngara fue entregada oficialmente las 16:00 horas, dando paso a la entrada de entre 400 y 600 policías chinos armados, que izaron la bandera china en el edificio de la Administración austrohúngara.