Concepción Mendizábal Mendoza

En 148 años tuvo sólo alumnos varones, y todavía hacia 1900 había 250 estudiantes de ingeniería en el país, pero ninguna mujer entre ellos.Con su apoyo y la inspiración para dedicarse a lo mismo que él, esta chica por fortuna arropada, consiguió lo inédito en un país por demás machista".No fue sino hasta 1926 cuando consiguió regularizar su situación académica, obteniendo el pase definitivo e inscribiéndose a los cursos de ingeniería civil, suceso que se vio eclipsado con la muerte de su padre ese mismo año.A pesar de ello, dicha vicisitud no fue un obstáculo para Concepción, pues terminó la carrera en 1927.[1]​ La Revista de Ingeniería publicó sobre este examen lo siguiente: “Bien sabido es que en nuestro medio la intervención de la mujer en aquellos campos profesionales que parecen ser exclusivamente del dominio del hombre es una labor ardua y desesperante para ella; sin embargo, en nuestras facultades se han graduado algunas mujeres y no es una novedad el saber que existen doctores o abogados mujeres.
Patio del Palacio de Minería, donde Concepción Mendizábal Mendoza estudió ingeniería civil