[10] Ante esto, Ricafort se mantuvo amenazando la retaguardia patriota, sofocando los levantamientos que Arenales había incentivado en su paso de Ica a Huancayo.
[6] El brigadier esperaba encontrarse con Arenales, pero al hallar a esa hueste consideró que no habría mayor resistencia.
[13] Se ordenó una carga a los escuadrones montados para dispersar al enemigo[6] y se mandó una vanguardia de 60 infantes a cargo del coronel Antonio Seoane que se abrió camino hasta la plaza de armas,[20] primero cargando con fuego de fusiles y después con arma blanca,[23] causando una matanza y tomando la ciudad a las 20:00 horas.
[25][26] Los testimonios dicen que los indios no pudieron hacer daño con sus picas o palos, pero si causaron heridos y unos pocos muertos con sus hondas, en cuyo uso eran muy experimentados.
[20] Después de esta derrota, los patriotas sobrevivientes se refugiaron en Cangallo, donde plantearon nuevamente pelea.