El coloso, según se decía, fue hallado a orillas de la costa, después de que un barco veneciano se hundiera en su regreso del saqueo a la capital bizantina de Constantinopla en la Cuarta Cruzada en 1204, pero es probable que la estatua fuese enviada a Occidente mucho antes.
La identidad del emperador romano en cuestión es incierta, aunque según la tradición representa a Heraclio (r. 610-641); pero esto es más bien improbable por motivos históricos.
Las partes que faltaban fueron rehechas en el siglo XV.
Esta es una adición posterior, tratándose originalmente de una lanza o algún estandarte militar.
Su diadema lleva una joya gótica, similar a la usada por Elia Eudoxia, madre de Teodosio II.