Colegiata de San Bartolomé

Los soportes son columnas circulares, sólidas y robustas, con doble columnilla o baquetón que sirven de apoyo a las mismas bóvedas.

Como hemos apuntado, la primera edificación fue de época visigótica, pasando a ser adaptada a los tiempos del románico, para posteriormente concluir con el gótico, majestuosamente representado en los contrafuertes y ventanales del ábside.

La puerta del Sol, orientada al mediodía, está cercada por dos pináculos góticos.

Fue tallada en madera de nogal por los maestros Hannequin de Bruselas y su hermano Egas, originalmente destinada para la catedral de Cuenca,[1]​ según encargo del obispo don Lope Barrientos y trasladada a Belmonte en el siglo XVIII, tal y como se recoge en las actas del Cabildo de Cuenca, ya que el coro se les había quedado pequeño, con viejas sillas que por su fábrica tocan ya en indecentes, por lo que se propone hacer una sillería nueva.

Expertos en arte han afirmado que las caras de la Virgen y del Cristo están pintadas, sin duda, por este artista.

Durante la guerra civil los vecinos y autoridades locales lograron que no fuera destruido por los milicianos frentepopulistas, resultando decisiva la intervención de la Junta Provincial y la Junta Central que visitó Belmonte en septiembre de 1938.

Puerta del Sol
Puerta de los Perdones