En Portland, Nick y Hank investigan el homicidio de un joven que fue brutalmente asesinado en su hogar.
En Vienna Renard y Meisner se reúnen con Sebastien para preguntarle sobre la persona que reveló su paradero ante agentes de la verrat.
Los tres eventualmente se reúnen con otros dos miembros de la resistencia Franz y Claude, quienes se encuentran torturando a Breslau, el responsable de haber delatado a Meisner y Renard.
En Portland, Nick encuentra un vambrece para combatir a los Galumcaedus y con ayuda de un Hank armado con una escopeta, los dos detectives descienden a las alcantarillas, donde descubren la guarida del wesen cocodrilo que es rápidamente derrotado por Nick.
Con el caso en apariencia concluido, Hank se retira a su hogar a descansar, pero al llegar es secuestrado por otro Galumcaedus y el hermano de Greorek, Andre, quien demanda que su hermano sea liberado usando al detective como rehén.
Denisof ya había trabajado con Greenwalt, en la serie sobrenatural y de fantasía oscura: Ángel.
Al pelear con los lagartos (honestamente sigo lidiando con el deletreo, pero me arriesgaré “gellumkitis”), Nick salva a Hank, descubre un poco más de historia Wesen-las criaturas fueron en su tiempo guardias romanos, no tan ridículos como Hitler y las monedas con los Fuchsbau—y descubre un nuevo apodo que le gusta “Dicapitare.” No hay suficientes episodios que se desarrollen bien en un caso policíaco, pero cuando esa rutina no desarrolla a Nick, estoy más que feliz de ver la rutinaria investigación policíaca de fantasía/sobrenatural se desenvuelva en vez de ver más de Adalind untando crema sangrienta en su vientre.
Podría ser porque ha estado del lado de la muerte y regreso, o porque su círculo social está más en peligro ahora que su secreto se sabe, quiere asegurarse de que nadie más los atormente.