Colada (espada)

La Colada es una de las dos espadas, junto a la Tizona, que la tradición legendaria atribuye al Cid y se encuentra depositada en la Real Armería de Madrid.

No consta en ninguna fuente contemporánea a Rodrigo Díaz, el Campeador, que hubiera ninguna espada con ese nombre perteneciente al magnate castellano.

[1]​ La atribución al Cid de la espada Colada pudo ser, por tanto, una invención del Cantar de mio Cid, donde se cuenta que fue ganada como botín de guerra a un «Ramon Berenguer», conde de Barcelona,[2]​ y que regaló esta espada (junto a la Tizona) a sus yernos los infantes de Carrión, que son personajes asimismo completamente ficticios.

[1]​ Al igual que la Tizona, en el Cantar de mio Cid la espada atemoriza a los oponentes indignos si es esgrimida por un guerrero valeroso.

Así lo vemos en esta obra cuando Martín Antolínez (quien la recibe como regalo del Cid) blande la Colada en su duelo con el infante Diego González.

Estatua de Martín Antolínez en Burgos .