La primera procesión del Silencio se llevó a cabo en 1932, desfilando la mencionada talla de Agustín Querol sobre un pequeño trono realizado en madera barnizada por el artesano ciezano y cofrade fundador Bautista Molina.
Terminada la Guerra, un grupo de hermanos fundadores aunaron esfuerzos para reunificar la cofradía.
El encargo es acordado en 7.000 pesetas y estuvo listo para la Semana Santa de 1941, año en el que desfiló sobre un trono de madera obra del escultor ciezano Manuel Juan Carrillo Marco.
Esta talla, realizada por Juan González Moreno en 1947, desfila desde ese mismo año y junto a la de los dos Sayones sobre un trono realizado en 1896 por el tallista local Gómez Cervantes, que fue restaurado en el año 1997 por Bonifacio Pérez Ballesteros.
En el año 2000, la cofradía adquirió su cuarto paso, Jesús en el Calvario, grupo escultórico formado por dos imágenes: un cristo crucificado y un sayón que le ofrece de beber vinagre, de ahí que desde el primer año que comenzó a desfilar fuera renombrado popularmente como Cristo de la Sed.