[1] Es el único cocido que se come al revés, comenzando por la carne y terminando por la sopa.
Según el etnógrafo José Manuel Sutil, el origen de esta costumbre está en los maragatos, cuando recorrían España como arrieros.
Al llegar a las posadas comían primero esa carne y a continuación pedían una sopa o caldo caliente.
[1] A la hora de servir persisten los tres vuelcos, pero su principal peculiaridad es que se toma al revés: primero las carnes y el relleno (hecho de pan, huevo, ajo y perejil), luego los garbanzos con el repollo y las patatas y por último la sopa de fideos.
[3][4] Como postre, lo más típico suelen ser natillas con bollo.