Ha sido un punto de encuentro para figuras destacadas y un referente histórico para la comunidad hispánica en el país.
Los arcos de herradura coronan toda la fachada, un elemento decorativo arraigado en la historia arquitectónica española.
No sólo exhibe ornamento en la mampostería, estructura y herrajes, sino que además cuenta con frisos y molduras rectos, semicirculares o curvos, que están dispuestos ordenadamente pero con sentido de contraste, de ruptura.
En otros tiempos el genio sostenía en una mano un farol que se encendía en fechas especiales, como el 12 de octubre.
El acceso por la entrada principal cuenta con una imponente escalera de honor, realizada como una gran obra de arte, realizada con mármoles españoles e italianos y trabajada con calados y tallas a cincel.
El palacio constaba inicialmente de un sótano con dos salones en estilo árabe; planta baja destinada a billares; un gran salón de estilo imperial en el piso principal, cuyo techo fue obra del pintor Julio Borrell.
Los salones del segundo piso se destinaron a juegos de recreo, lectura y conversación.