Se trata de la única obra lírica que compuso Boccherini y que no ha tenido continuidad en el repertorio zarzuelístico u operístico habitual, a pesar de que a principios del siglo XXI se ha representado en varios teatros y festivales musicales, aprovechando un nuevo interés en el repertorio de la zarzuela barroca.
Clementina tiene partitura para los siguientes instrumentos: 2 flautas, 2 oboes, 2 fagotes, 2 trompas, sección de cuerdas.
Clementina incluye una obertura, 12 arias, 2 recitativos obbligato y 6 conjuntos, además de los diálogos.
Compuesta por Boccherini en un breve plazo, quizás en menos de un mes,[3] Clementina, como las zarzuelas convencionales, alterna las partes habladas y cantadas.
La música es alegre y cómica, de acuerdo con el tema, pero con incursiones en el patetismo cuando se describe el amor no correspondido.