Su sabor es agrio y su aromática piel se utiliza para obtener aceite esencial.
También se cultiva en España, Argentina,[1] Chile, Brasil, Uruguay y el estado estadounidense de Georgia, al igual que en la región de Mersin en Turquía, donde es típico encontrar un postre hecho con esta fruta.
[5] La piel de la bergamota también se usa en aromaterapia para tratar las depresiones y como ayuda para las digestiones.
[8] En el pasado, el psoraleno, un compuesto extraído del aceite de bergamota, se utilizaba en cremas para acelerar el bronceado y en protectores solares.
Recientemente se ha descubierto que el aceite esencial de bergamota reduce los daños por excitotoxicidad en células neuronales humanas en ensayos in vitro y también pudiera tener propiedades neuroprotectoras.