También representaron un cambio en la política comercial de toda la empresa, y desde entonces y durante unos años Citroën pareció perder su interés por los coches más pequeños que había producido durante la crisis de los años 1920 posterior a la Primera Guerra Mundial.
Los Rosalie, especialmente la versión más grande, el 15CV, estaba disponible con distintos tipos de carrocería, una práctica habitual en aquella época.
Aun así, supuso una auténtica revolución tecnológica en la producción de Citroën durante estos años.
En 1934 todos los modelos del Rosalie recibieron una renovación estilística que implicó la adopción de una parrilla frontal suavemente estriada en ángulo.
Estas versiones que eran conocidas como NH (de "Nouvel Habillage", literalmente "Nuevo Vestido"), o también como serie-B.
Este hecho ha mermado injustamente su reputación mecánica, especialmente en contraste con la brillantez técnica de su sucesor.
Estos motores, compartidos con los por entonces novedosos modelos Citroën Traction Avant donde se montaban transversalmente, estaban girados 180 grados para impulsar la tracción trasera de los Rosalie.