Cisternas romanas de Monturque

Eran limpiadas una vez al año y su función principal era abastecer a las termas romanas cercanas.

El segundo, los decantadores principales (en esta ciudad romana y en todas las conocidas) se sitúan en el punto más alto de la urbe, lo que impide la recogida del agua de la lluvia para su almacenamiento.

No obstante, se desconocía su función original y las cisternas se convirtieron en una parte más del camposanto, utilizándose como osario, panteón, cisterna e incluso sala de autopsias.

Se ubicó un parqué de madera para que el paso de visitantes no dañe el suelo original, se instaló nueva iluminación entre el suelo original y dicha tarima, así como paneles informativos e incluso música ambiental.

Compuesta por doce cámaras cubiertas con bóveda de medio cañón, distribuidas en tres naves paralelas entre sí; cada nave está formada por cuatro cámaras de planta rectangular dotadas de aberturas circulares en su parte superior, que sirven para la ventilación y garantizan la buena conservación del agua.

Estos depósitos o cisternas debieron estar destinados al consumo humano.

Su planta es rectangular, presentando una orientación norte-sur, dividida en dos naves por una alineación de pilares.