Se trata de un perro adaptado a terrenos difíciles, apto para la caza de conejos y liebres.La cola, implantada baja, es gruesa y de diámetro uniforme.Aunque parece claro que la raza es autóctona de Sicilia, es posible que fuese anterior a la civilización egipcia, y que hubiese sido llevado al norte de África por los fenicios.Esta hipótesis se vería confirmada por la existencia de una estatuilla hallada cerca de Siracusa, datada alrededor del 4000 a. C. Se encuentran representaciones del cirneco en monedas sicilianas del siglo Vl al siglo III a. C., y parece que se le tenía en gran consideración, como demuestra el hecho de que en una de las monedas halladas en la antigua ciudad siciliana de Segesta se le represente junto a una divinidad fenicia con facciones humanas.Desde entonces las características de la raza han permanecido prácticamente inalteradas, gracias en gran medida a los campesinos, que conservaron su pureza criándolo por su utilidad para cazar en las pendientes del Etna, de lava solidificada y difícilmente accesibles.