Cinco Pinos

Además posee la cueva del león llamada así por los primeros pobladores, al municipio lindan ríos de frescas y limpias aguas el cual es posible disfrutar de un chapuzón, estos ríos son llamados; el río El Gallo en la frontera con San Francisco del Norte, el río Guasaule que baja desde San Pedro del Norte y limita con la comarca La Onda.

Debido a las características del lugar durante los largos y fuertes inviernos los mismos pobladores se encontraron frente a condiciones geográficas no propicias para la edificación, ya que este lugar está conformado en su mayoría por barro artesanal, el cual les dificultó sus actividades diarias y la seguridad hogareña.

Asombrada tomo la imagen y la llevó junto a su res hasta su habitación ubicada en El Llano.

Estas rutas eran transitadas mayoritariamente por comerciantes montados a caballo, los cuales vendían o intercambiaban animales domésticos, dulce de caña, café, condimentos, plantas medicinales y granos básicos entre otros.

Hipotéticamente se originó cuando los ancestros autoextraditados observaban constantemente puntos de referencia para su orientación, en este proceso los inmigrantes lograron ver exactamente cinco árboles de pino sobre la cúspide del cerro San Rafael, en sentido lógico no fue la cantidad de pino existente en aquel entonces sobre el cerro, pues la noción tiene lugar si los ancestros observaron las cinco coníferas desde las partes más bajas del relieve cincopinense, por consiguiente es lo más aparente y metódico que se puede atribuir al origen del epíteto que runa a Cinco Pinos.

San Juan de Cinco Pinos no fue invadido por la ya extinta Contra Revolución (La CONTRA), debido a que posee una posición geográfica céntrico-estratégica por no estar directamente en una línea fronteriza y así los miembros de la ya extinta contrarrevolución tenían que tomar cuatro vías por emboscada para avistar el poblado, con lo cual era necesario al menos quinientos efectivos, cantidad que la misma CONTRA no miró idóneo malgastar en este objetivo.

Era claro que en estas condiciones comandos no muy lejanos acudieran en menos de media hora hasta el enfrentamiento bélico.

[1]​ Además del casco urbano del mismo nombre, existen un total de 14 comarcas: El Carrizal, El Cerro, El Espino, El Jícaro, El Pavón, El Zacatón, La Montaña, La Onda, Las Lajitas, Las Pozas, Los Araditos, Santa Fe, Villa Camilo y Villa Francia.

La idiosincrasia del pueblo desarrolló tradiciones muy originales tales como; el vagabundo diablo que recorre todas las calles del pueblo vestido de traje negro, trinche y una máscara muy lúgubre causando pánico entre los niños, así mismo aparecen el viernes santo “Los judíos del pavón” los cuales acechan al pueblo calle a calle pidiendo almíbares o enmelados de casa a casa causando igualmente pánico entre los niños, se conforma también por un grupo de jóvenes que siguen la tradición nacida en la comarca El Pavón desde 1960.

y gritado por los fervorosos ¡La concepción de María!, también ¿Por quién se celebra este día?

Contestando ¡por la virgen María!, Los brindis muy comnes son los gofios de pinolillo y jengibre, las canastitas, los inditos, los pitos entre otros.

Imagen de San Caralampio
Máscara lúgubre de los judíos del Pavón.
Virgen María de la Concepción en altar
Esquipulas