Es descrita como una mujer madura con la cara pintada mitad en rojo y mitad en negro, en la cabeza lleva una corona de plumas de águila, vestida con una blusa roja y una falda blanca con caracolillos.De acuerdo con la mitología azteca esta entidad guerrera le dio la victoria sobre sus enemigos.La anteposición del sustantivo cihuatl indica que va referido a una serpiente hembra.Probablemente, la palabra misa deriva del latín missa que significa despido.[5] Corresponde a la frase con la que se terminaba la celebración de la eucaristía en el rito romano latino de la Iglesia Católica ite, missa est con el que se despedía a la comunidad.[7] En esta última acepción equivale a los vocablos compañero, copartícipe o consocio[8] y no tiene connotaciones de género.El grito se fue extendiendo sobre el agua, rebotando contra los montes y enroscándose en las alfardas y en los taludes de los templos, rebotó en el Gran Teocali dedicado al Dios Huitzilopochtli, que comenzara a construir Tizoc en 1481 para terminarlo Ahuízotl en 1502 si las crónicas antiguas han sido bien interpretadas y pareció quedar flotando en el maravilloso palacio del entonces emperador Moctezuma Xocoyótzin.Cuando se hubo opacado el grito y sus ecos se perdieron a lo lejos, por el rumbo del señorío de Texcocan todo quedó en silencio, sombras ominosas huyeron hacia las aguas hasta que el pavor fue roto por algo que los sacerdotes primero y después Fray Bernandino de Sahagún interpretaron de este modo: ―Hijos míos, amados hijos del Anáhuac, vuestra destrucción está próxima.Venía otra sarta de lamentos igualmente dolorosos y conmovedores, para decir, cuando ya se alejaba hacia la colina que cubría las faldas de los montes: ―¿Adónde irán, adónde los podré llevar para que escapen a tan funesto destino?El emperador Moctezuma, como todos los que no están iniciados en el conocimiento de la hierática escritura, solo miraba con asombro los códices multicolores, hasta que los sacerdotes, después de hacer una reverencia, le interpretaron lo allí escrito.Por eso la diosa Cihuacóatl vaga por el Anáhuac lanzando lloros y arrastrando penas, gritando para que oigan quienes sepan oír, las desdichas que han de llegar muy pronto a vuestro imperio.Muchos timoratos se quedaron locos y jamás olvidaron la horrible visión de La Llorona.Poco a poco y al paso de los años, la leyenda de La Llorona, rebautizada con otros nombres, según la región en donde se aseguraba que era vista, fue tomando otras nacionalidades y su presencia se detectó en el sur de nuestra insólita América en donde se asegura que todavía aparece fantasmal, enfundada en su traje vaporoso, lanzando al aire su terrífico alarido, vadeando ríos, cruzando arroyos, subiendo colinas y vagando por cimas y montañas.La tradición cuenta que regresa frecuentemente para llorar por su hijo perdido, pero solo encuentra un cuchillo de sacrificios.Regía sobre el Cihuateteo, el lugar donde perecían las mujeres nobles que habían muerto durante el parto.
Escudo para monedas, medallas oficiales, sellos, papel oficial y similares