Cicreo
[1] Dio muerte a una serpiente que asolaba la isla de Salamina y los habitantes le proclamaron rey.[3] Al morir Cicreo sin descendencia heredó el trono de Salamina.[6] Según otra versión, la serpiente, llamada Cicreida, había sido criada por Cicreo y, por causar daños en Salamina, fue expulsada no por él sino por Euríloco.[7] Por otra parte, Esteban de Bizancio menciona que Cicreo era conocido como «serpiente» por su carácter irascible.[8] Según el geógrafo griego Pausanias, en la isla hubo un santuario dedicado a Cicreo, construido en agradecimiento por la ayuda prestada a los griegos en la Batalla de Salamina, puesto que se creía que había aparecido en forma de serpiente entre las naves.