Jaime murió poco después de la boda debido a una enfermedad repentina y, según su testamento, Caterina, que en ese momento estaba embarazada, actuó como regente.
El grueso del Chipre veneciano estaba compuesto por campesinos griegos ortodoxos oprimidos por la clase dirigente latina (emparentada con los antiguos reyes lusos), y se calcula que había unos cincuenta mil siervos.
En 1489, el primer año del control veneciano, los turcos atacaron la península de Karpass, saqueando y tomando cautivos para venderlos como esclavos.
[2] En 1539 la flota turca atacó y destruyó Limassol[2] Temiendo al Imperio Otomano en constante expansión, los venecianos habían fortificado Famagusta, Nicosia y Kyrenia, pero la mayoría de las otras ciudades eran presa fácil.
En 1489, cuando Chipre pasó a estar bajo dominio veneciano, Nicosia se convirtió en su centro administrativo.
Los gobernantes venecianos consideraron necesario fortificar todas las ciudades de Chipre debido a la amenaza otomana.
[6][7] La noticia de la masacre se extendió, y pocos días después Mustafá tomó Kyrenia sin tener que disparar un solo tiro.
Ya en este punto, los contemporáneos estimaron las pérdidas totales venecianas (incluida la población local) en 56.000 muertos o hechos prisioneros.
Resistieron durante 11 meses contra una fuerza que llegó a contar con más de 200.000 hombres, con 145 cañones,[10] proporcionando el tiempo que necesitaba el Papa para improvisar una liga anti-otomana de los reacios estados cristianos europeos.
Siguió una masacre de todos los cristianos que aún quedaban en la ciudad, siendo el propio Bragadin el más brutalmente maltratado.
[cita requerida] La caída de Famagusta marcó el comienzo del período otomano en Chipre.