Su altura ha variado considerablemente pero su trazo común consiste en su cimera de cuatro puntas y el emblema regimental en la frente.
Después de que los lanceros polacos ataviados con chascás, demostraran su eficacia durante las campañas napoleónicas, los ejércitos de toda Europa copiaron sus tácticas y sus uniformes.
Son especialmente populares los empleados por la caballería inglesa durante la Guerra de Crimea.
Los lanceros de los Imperios Centrales y del Imperio ruso recibían el nombre de ulanos y, en algunos casos, incluso entraron en combate con el chascás durante los primeros meses del conflicto.
Las diferencias entre los chascás han sido enormes, variando el uso de penachos, cordones, forrajeras y demás adornos.