Este modisto Inglés llegó a París tras siete años de formación en Londres.
Además, cada año presentaba una colección con la que aumentar sus ventas y por tanto sus beneficios.
Un año después se mudó a Londres para trabajar como aprendiz en una tienda de artículos del vestir y mercería.
Siete años después entró en Swan & Edgard, una destacada tienda del mismo gremio.
Allí conoció a una de las dependientas, Marie Vernet, con la que se casó en 1851.
Charles comenzó a confeccionar vestidos para complementar los chales, y tuvieron tal éxito que Gagelin le dio permiso para abrir un departamento de vestidos, el inicio oficial de su carrera en la moda.
Worth ofrecía gran cantidad de telas, (algunas suministradas por su antiguo empleador Gagelin) y su experiencia en la sastrería.
En diez años, sus prendas adquirieron fama internacional y una alta demanda.
También creó para maximizar los beneficios la presentación de dos temporadas al año, primavera-verano y otoño-invierno.
La palabra modisto, en masculino, hasta entonces modista era un oficio y palabra exclusivamente femenina, se creó especialmente para calificar a Worth, que consiguió unir la técnica inglesa del corte con el derroche de elegancia propio de los franceses.
Fue el primero en crear no al gusto del cliente, sino siguiendo su propio criterio sobre lo que las mujeres en general debían usar.
Ambas se hicieron retratar para la posteridad luciendo diseños en seda y tul bordados en oro de Worth.
Su mansión contaba con jardines decorados con elementos recuperados del palacio de las Tullerías y un gran invernadero con plantas exóticas.
A veces cubrían hasta los nudillos para no mostrar zonas indecorosas.
Las faldas llegaban hasta el suelo y eran acampanadas, ceñidas en las caderas, se iban ensanchando hacia abajo cayendo en forma de campana.
Para el día se usaban telas de lino, terciopelo y lana.