Fiesta de disfraces

Una vez realizado el sondeo entre los invitados, y para darle mayor formalidad, se puede confirmar la asistencia con una tarjeta personal enviada por correo.

En ese instante es posible captar los disfraces en todo su esplendor, cosa que no ocurrirá seguramente unas horas más tarde.

Es bueno reservar, no obstante, parte del carrete para tomar todo tipo de escenas espontáneas que puedan surgir durante la fiesta.

Su elemento característico reside en que todos los invitados deben unirse en grupos y disfrazarse, sin excepción, de un tema común.

Esto no quiere decir que todos sus miembros deban vestirse exactamente igual, al estilo de las murgas gaditanas.

Las representaciones no deberían se demasiado largas para no aburrir a los presentes ya que el principal objetivo del número es dar la oportunidad de contemplar al grupo al completo, observar detenidamente sus disfraces y disparar unas cuantas fotos.

Por supuesto, todos ellos se llevarán a casa un bonito premio (aunque sea de poco valor).

A veces, los invitados no tienen la edad o la disposición necesaria para vestir sus cuerpos con un disfraz completo.

La zona más habitual suele ser la cabeza en donde caben gorras, boinas, plumas o pelucas.

De este modo, se conseguirá que hasta los más reticentes vayan disfrazados en tu fiesta.

Este título puede ser cualquiera siempre que logre mantener el espíritu lúdico y divertido de la celebración.

A continuación, se exponen algunos ejemplos de este tipo: Todo el mundo debe vestir mayoritariamente con prendas del color establecido por el anfitrión: blanco, negro, rojo, azul, etc. Cualquier color es apropiado, siempre que resulte relativamente sencillo encontrar prendas del mismo.

Si se pide rosa, violeta o bermellón, la respuesta del público será verdaderamente escasa.

Chica disfrazada de diablita.
Una mujer disfrazada de enfermera y un hombre disfrazado de hombre lobo.
Disfraz colectivo.
Fiesta de máscaras , un tipo de fiesta de disfraz parcial.
Sacerdote y Gitana Zombis
Salida de un baile de mascaras obra de José García Ramos en 1905.