Consiste en maíz que ha sido cocido y posteriormente secado por varios días.
Gracias a esto, el maíz alarga su vida útil, por lo menos, dos años.
Tiene su origen en los rarámuris o tarahumaras, un pueblo indígena del norte de México.
Una vez secas, se «chocan» o frotan las mazorcas, unas contra otras, para desgranarlas.
[2] Finalmente se muelen los granos ligeramente en el metate, tratando de quitarles la cáscara, pero sin llegar a hacerlos polvo.