De trayectoria oposicionista, desde un principio se afilió al movimiento maderista, y asistió como delegado a la Convención del Partido Nacional Antirreeleccionista en abril de 1910, al cual se afilió.
Fungió como mediador ante la agudización del conflicto entre Francisco Villa y Venustiano Carranza en el llamado Pacto de Torreón.
[3] Posteriormente ocupó diversas jefaturas militares, realizando unas tenazes campañas de pacificación.
Regresó a la política durante la presidencia de Abelardo L. Rodríguez y fue jefe del Registro Civil.
Para 1940 retornó al ejército y dos años más tarde fue ascendido a divisionario.