La quebrada La Madera representa el límite administrativo entre los municipios de Medellín y Bello, y desciende silenciosamente por el costado norte del cerro en busca del río Medellín.
Para entonces, él ya ejercía su condición de cerro tutelar porque guiaba y amparaba a los viajeros a pie que iban o venían por este antiguo camino, que se evidencia hoy en día por la permanencia de algunos vallados en piedra que testimonian la historia de un pasado.
En la cima del cerro se presentan intensos vientos que favorecen el vuelo de cometas.
Sin embargo, esta riqueza natural del cerro es amenazada y ultrajada por ciertas personas, quienes extraen tierra de capote, talan árboles para leña y provocan los temibles incendios forestales.
Además, la expansión demográfica presente en las comunas 6 (Doce de Octubre) y 60 (San Cristóbal) del distrito de Medellín conlleva a que en lugar se establezcan construcciones ilegales y dinámicas sociales, económicas y culturales que afectan de gran manera la biodiversidad de este importante cerro.