[cita requerida] Los usos posibles de tal inmensa fuente computacional son casi infinitos.
El concepto fue desplegado por su inventor, Robert Bradbury, en la antología Year Million: Science at the Far Edge of Knowledge, y atrajo interés de lectores de Los Angeles Times[8] y del Wall Street Journal.
[9] La idea de dispositivos computacionales inmensamente poderosos fue discutida en un ensayo por Nick Bostrom en The Philosophical Quarterly.
[10] Raymond Kurzweil menciona el concepto varias veces en su libro La Singularidad está cerca (2005), siguiendo un pensamiento similar.
Él dice que la existencia dentro de una simulación computacional sería tan "real" como en la biósfera convencional - si se pudiera hacer la distinción.