Combinando armoniosamente columnas, cornisas y hornacinas, todas finamente talladas, es una de las muestras más destacadas del estilo barroco peruano.
Tiene cinco campanas distribuidas por torres laterales que están a medio construir.
Llamada inicialmente San Antonio, esta iglesia es de la orden franciscana.
Está iglesia se construyó con el aporte del corregidor Francisco de Espinoza.
Los trabajos estuvieron dirigidos por el maestro José de Morales, quien terminó la iglesia en 1744.
Aquí se observan ángeles que con las manos levantadas parecen sostener el tambor de la cúpula.
A la mano derecha de la entrada, en los ambientes que funcionaron como cocina, panadería y despensas se ubica una pinacoteca, dedicada al pintor cajamarquino Andrés Zevallos.
Construida en piedra con muros ligeramente inclinados para dar la forma trapezoidal característica de las construcciones incas.
Encontrando allí la Silla del Inca vestigio de construcción prehispánica formada por un bloque de piedra que sale del propio cerro y que fue tallado cuidadosamente.
La forma de llegar a la cima es subiendo por las escaleras o también puede ser en auto.
Se cuenta que, durante la invasión chilena a la ciudad de Cajamarca, los soldados trataron de ingresar a esta iglesia para saquearla, en ese mismo momento ocurrió un terremoto.
Ese terremoto hizo que los chilenos salieran huyendo, salvándose las reliquias religiosas allí existentes.