El Cementerio judío de Coro es el cementerio judío en continuo uso[1] más antiguo de América.
El cementerio se comenzó a construir en el año 1832 por Joseph Curiel y su esposa Debora Levy Maduro, los cuales habían comprado un lote de tierra cercano a la ciudad para poder enterrar a su hija, Hanah.
[2] En el cementerio se pueden encontrar tumbas y mausoleos impresionantes para el tamaño y riqueza del lugar, los cuales han quedado como recuerdos de la época cuando los judíos prosperaban en esta ciudad gracias al comercio naciente con las Antillas Neerlandesas.
El cementerio está ubicado en la zona de Pantano Abajo, entre la avenida Roosevelt y la calle Zamora.
[3] En el cementerio se encuentran además, las tumbas de los poetas venezolanos de origen judío sefardí Elías David Curiel y Salomón López Fonseca.